Si tuviésemos que comparar las montañas de algunas zonas de Cantabria con algo, lo podríamos hacer con un queso Gruyere por la cantidad de cuevas que hay en su interior. A día de hoy, y más con la tecnología con la que contamos, se han descubierto la gran mayoría de las cuevas de la región, al menos las más grandes. Algunas han venido asociadas a grandes descubrimientos arqueológicos que incluso han marcado un antes y un después en la comprensión de la historia de la humanidad debido a los hallazgos encontrados.
Si tuviésemos que comparar las montañas de algunas zonas de Cantabria con algo, lo podríamos hacer con un queso Gruyere por la cantidad de cuevas que hay en su interior, ¡unas 6.500!. A día de hoy, y más con la tecnología con la que contamos, se han descubierto la gran mayoría de las cuevas de la región, al menos las más grandes. Algunas han venido asociadas a grandes descubrimientos arqueológicos que incluso han marcado un antes y un después en la comprensión de la historia de la humanidad debido a los hallazgos encontrados.
Las cuevas hoy en día las podemos clasificar en tres tipos: las protegidas, las explorables y las recónditas que por algún motivo no son de visitar.
Si hablamos de las cuevas protegidas, son 10 las cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una cifra que ya nos da una idea de la importancia cultural y patrimonial de estas cavidades para la zona. Algunas tan conocidas como la Cueva de Altamira, seguramente la más conocida del mundo y otras menos conocidas pero igual de valiosas, Chufín, Hornos de la Peña, Las Monedas, El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega, El Pendo, La Garma y Covalanas.
De estas, las más destacables y visitables cuevas son las siguientes:
Cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar. Es con diferencia la más conocida a nivel mundial, podemos considerarla como una auténtica joya del paleolítico, La Cueva de Altamira fue declarada Monumento Nacional en 1924 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Actualmente la cueva original de Altamira, por motivos de conservación, se encuentra cerrada al público de forma temporal. Junto a ella se ha inaugurado un museo contiguo, el Museo de Altamira, que le ofrece al visitante la magnífica oportunidad de apreciar este universal patrimonio.
Cueva de Chufín, se encuentra en Rionansa, Cantabria. Está ubicada sobre un acantilado en el embalse de Palomera. Tiene manifestaciones rupestres y un yacimiento arqueológico de época solutrense. Su acceso es complicado, ya que se accede reptando los 4 primeros metros.
Cueva de Hornos de la Peña, se encuentra en el Barrio de Tarriba, en el municipio de San Felices de Buelna, destacan las figuras grandes, principalmente grabados; caballos, bisontes, uros, cabras, ciervos un reno y lo que parece una serpiente, todas ellas con gran precisión en los detalles -ojos, pelo, bocas, etc.- que demuestran gran conocimiento de la anatomía animal... y todas ellas datan en torno a los 15.500-13.000 años de antigüedad. La mayor curiosidad es una figura antropomorfa con larga cola de carácter mixto animal-humano, de difícil explicación por parte de los expertos. Para visitar esta cueva, es necesario efectuar la reserva previa con al menos un día de antelación.
Cuevas del Monte Castillo. Situadas en Puente Viesgo, este conjunto lo forman las cavidades de El Castillo, Las Monedas, Las chimeneas y la Pasiega. El conjunto de cuevas denominado así engloba uno de los máximos exponentes del arte rupestre en España y albergan un importante conjunto de arte. La Cueva El Castillo es la más importante de las cuatro por su yacimiento arqueológico, situado en el vestíbulo que contiene evidencias de ocupación humana de los últimos 150.000 años! El conjunto rupestre interior está formado por manos, bisontes, ciervas, caballos y símbolos de enigmático significado. Contiene las pinturas más antiguas del mundo fechadas en, al menos, 40.800 años.
Cueva de El Pendo, situada en Escobedo, Camargo, muy cerca de Santander. Se caracteriza por su gran tamaño, El conjunto principal de la Cueva de El Pendo es espectacular. Incluye varias ciervas, una cabra, un caballo y otros dos animales sin identificar, pintados a unos ochenta metros de la entrada. Está realizado con pigmento de óxido de hierro de color rojo, extraído de las propias rocas de la cueva.
Cueva de la Garma, situada en Omoño, Ribamontán al Monte. Una de sus características más importantes de la cueva de La Garma es que nos permite observar la evolución de sus pobladores, ya que según los estudios que se están realizando y que comenzaros en la década de 1990, estuvo habitada durante muchos miles de años.
Cueva de Covalanas situada en Ramales de la Victoria tiene mucha riqueza pictórica contando con multitud de pinturas de ciervas, exactamente 18. El conocido como Maestro de Covalanas obtuvo el ocre característico de las pinturas mezclando óxido de hierro con agua. Sin embargo, la mayor particularidad reside en los contornos de las figuras, realizadosa base de puntos bien discontinuos, bien yuxtapuestos, una tecnica copiada de otras cuevas.
Otras cuevas visitables pero no protegidas, que vale la pena visitar son:
Cueva del Soplao: descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida, está considerada una de las grandes maravillas de la geología, atesorando un auténtico paraíso de espeleotemas (excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, etc.). El Soplao es una cueva que se puede visitar cómodamente de forma turística o bien como turismo-aventura, haciendo la visita on equipamiento de espeleología que te ofrece la organización. La visita en todo caso a esta cueva es inmejorable, ya que podrás disfrutar de un recorrido a través de la espectacularidad, abundancia y diversidad de sus formaciones excéntricas. Un auténtico juego de sombras y luces. Además de su valor geológico, la cueva y su entorno albergan un excepcional patrimonio de arqueología industrial minera, con más de 20 km de galerías. Las labores mineras se orientaron a la extracción de blenda y galena, dos de las mejores menas para la obtención de zinc y plomo, respectivamente.
Cueva de Cullalvera: A 2 km de Covalanas y en el casco urbano de Ramales de la Victoria se encuentra la Cueva de Cullalvera. Su boca, de dimensiones colosales, emerge de un frondoso encinar cantábrico de gran valor ecológico. En su interior, un audiovisual inicia la visita acompañándose de un espectáculo de luz, agua y sonido que nos transportará hacia el interior. Aunque contiene arte paleolítico, este no se visita por estar a unos 600 y 1200 m de profundidad y por permanecer sus sistema cárstico activo con corrientes de agua. De hecho, en los días de lluvia, el río vuelve a brotar, discurriendo por debajo de la pasarela de 150 m que se pueden recorrer durante la visita.
Finalmente destacar que existen muchas otras cuevas visitables haciendo rutas de espeleología. Su dificultad dependerá de la cueva y del tramo a recorrer, por lo que siempre recomendamos contratar con una empresa de turismo activo que ofrezca sus servicios para la visita. Si tenemos que recomendar una zona, visitad las cuevas en Ramales de la Victoria, una auténtica experiencia de sensaciones.
Te dejamos los siguientes links por si quisieras ampliar información sobre estas cuevas:
En Exploring Cantabria nos encantan las cuevas, por ello te ofrecemos varias excursiones con visita a cueva:
> Cueva protegidas visitables:
> Cuevas no protegidas visitables:
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